Por Salvador Hernández LANDEROS.
El encabezado “Son Socios Larrazabal y un hermano de Adrián”, fue muy tendencioso, con toda la intención de desacreditar al priista ante el electorado.
Ahora bien, ser hermano del socio de Fernando Larrazabal, que es candidato a la gubernatura, no constituye ningún delito, ni siquiera electoral. ¿O sí?
Adrián de la Garza, quien, igual que Clara Luz Flores y Fernando Larrazabal desairó a El Norte para un debate, también está pagando las consecuencias.
Y si el propósito del periódico es descarrilarlo, lo más seguro es que hoy jueves, viernes, sábado y hasta el domingo, leeremos noticias más negativas de él.
El lunes y martes, El Norte dedicó sus principales páginas para exhibir a Larrazabal, con informaciones en las que no hay delito alguno que perseguir.
Larrazabal y sus socios no ocultaron sus negocios de compra-venta, mismos que están plena y abiertamente registrados ante las instancias debidas.
El Norte solo exhibe a Larrazabal y a Adrián. ¿Por qué? Clara Luz también desairó el debate, pero de ella publica que podría quedar en cuarto lugar.
En la desacreditación de los candidatos del PRI y PAN, ni siquiera se configura un delito electoral con esa sociedad comercial, y mucho menos alguno ético.
Lo censurable en el proceso electoral actual, está, por ejemplo, en Pesquería donde el papá alcalde va por una diputación y el hijo a la alcaldía por el PAN.
En otros municipios, la esposa busca la alcaldía en poder del esposo. La cuñada va por el cargo que tiene su cuñado. Como si fueran negocios familiares.
En fin, sería una pena que un orgullo periodístico, que venció a la prensa nacional en su propio territorio, haga de lado los principios por los que luchó.
