Por Salvador Hernández LANDEROS.
Dicen que “no hay fecha que no se llegue, ni plazo que no se cumpla”. El tiempo ya se le acabó al secretario general de la Sección 50 del SNTE en NL.
José Luis López Rosas ya cumplió su período de cuatro años. Lo peor es que desde hace tiempo agotó la paciencia de los 30 mil maestros estatales.
Aunque el presidente López Obrador pidió a líderes sindicales nacionales aplazar cambios hasta después de las elecciones, NL es una hoguera.
Los maestros activos y jubilados ya llegaron a su límite. En la Sección 50 están hartos de la corrupción sindical y las deficiencias en su clínica.
Ahí hay una hoguera y los maestros pueden quemar miles de votos en contra de los candidatos del presidente y, más, del bronco- gobernador.
López Rosas asumió la dirigencia el 31 de marzo del 2117 y 25 días después el comité en pleno se reunió con el gobernador Jaime Rodríguez Calderón.
Los maestros recuerdan que el gobernador dijo: “Es increíble que este gobierno tenga maestros por contrato sin prestaciones. Eso se va a terminar”. (¿)
“Recibimos un gobierno quebrado financieramente, con problemas hacia el interior, con resistencias a lo que nosotros queremos hacer”.
Pasaron cuatro años. Y lo que ofreció el gobernador no se terminó. Y lo de la resistencia a lo que quería hacer, lo hizo. Su frustrada ambición presidencial.
Van a exigir que López Rosas se vaya junto con todo su comité. Los acusan de saquear las finanzas del sindicato. Igual, o peor, que Guadalupe Castillo.
Este es el primero de tres. El jueves y viernes le seguimos. Los maestros dan nombres, pelos y señales y la hoguera ya está encendida. ¿Quién la apaga?