Por Salvador Hernández LANDEROS
Para el presidente Andrés Manuel López Obrador, el proceso electoral del 6 de junio lleva prioridad muy por encima de la salud de los nuevoleoneses.
De nuevo, el ejecutivo federal demuestra que el programa de vacunación contra el Covid-19 fue diseñado con intención electoral, pésele a quien le pese.
En estos momentos en NL, los médicos y quienes trabajan en el sector salud, son considerados como simples desechos de guerra y/o carne de cañón.
En la actualidad AMLO ya no los ve como héroes de la nación. Para él, los médicos DEBEN cumplir con su obligación, en lo oficial como en lo privado.
Para el presidente, por sobre los médicos, lleva mano el magisterio. Lo requiere, más que para volver a las aulas a dar clases, que estén listos para el 6 de junio.
Al presidente no le importa si un médico, enfermera o trabajador en cualquier oficio, se contagie o muera por Covid.19. Por ello son las protestas.
El quiere el voto de todos los educadores. También para que los gobiernos habiliten los planteles educativos donde se instalarán las casillas.
Asimismo, requiere que los mentores estén vacunados para que vigilen y operen en las casillas, vigilando la operatividad de las mismas y sean testigos.
A AMLO no le importa que los trabajadores, empleados, choferes de camión, policías o domesticas que laboran a diario, sean víctimas de un contagio.
Es una falsedad más del presidente. Los maestros serán protegidos. ¿Y que va a pasar con los demás representantes de casilla, que no estén vacunados?
Pobres médicos. Muchos entregaron su vida cumpliendo con su deber profesional. Los maestros no van a regresar a dar clases. Solo será pantomima.
