La Rodografía de Santini

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Rodolfo Santana/KW Noticias.

#RODOGRAFÍA Con una serenidad a veces desesperante, mañoso e inteligente como un zorro, casi le iba al dedillo el apodo. Sin embargo, el zorro carece de calle, de caló, de ambición y hasta de audacia, por eso, finalmente se erigió como El Coyote, mi primer jefe al mando del entonces Diario de Monterrey, Omar Elí Robles. No sé si era una tira cómica o chiste ilustrado, pero Omar fue el creador, no del personaje sino del desmadre que era El Coyote Inválido en el periódico El Sol del ahora grupo riffifí, Reforma. Cuando Dios baje a la tierra, al final de los tiempos y tras la llegada de los siete jinetes del Apocalipsis, o ya de perdis de los Ángeles Azules o Lila y su Perla del Mar, un servidor será juzgado en los suburbios del infierno o en los tribunales divinos del cielo, acusado de cualquier delito, mismo que puede ser tan aberrante o quizá, por qué no, un tanto angelical, menos de mal agradecido. Cuando en 1996 empecé a entender el estilo y ritmo de mi jefe Omar Elí, cuando chorreaba tinta loca por esas páginas llenas de sangre amarilla, nunca imaginé que casi 20 años después, me tendería la mano y me recibiría en su oficina, de nuevo a ayudarme y a darme trabajo, ahora ya en su empresa editorial Red Crucero. Omar no necesitaba un reportero policíaco, en su periódico tanto tradicional como digital, no había lugar ya para choquecitos, incendios o asesinatos, la nota roja ya no tenía su impacto noventero. Él entendió eso y evolucionó. Sin embargo, Omar sabía que yo necesitaba ayuda y no dudó el contratarme. Después de pertenecer Estrellas de Oro, para mí la mejor escuela de periodismo, aunque la peor en culencias para pagar, después de un largo camino, estábamos de nuevo en una redacción Alfredo Nava, un periodista de a deveras, no como esos mamones reporteros de clima templado y de escritorio; Lety Luna, una de las mejores periodistas especialista en Deportes, Manuel S. Gonzalez Guerrero, leyenda en casi todos los temas, sobre todo de la vida, maestro y buen amigo. Mi amigo el siempre raro Manuel Bautista, quien merece su Rodografía aparte, y sus editores, Lupito y el joven Maravilla, Daniel Sepúlveda, cálido de carácter y amable e inteligente en su grado máximo. Elí Robles no nació para ser obrero sino cerebro de toda operación y ahora es uno de los príncipes referentes en el ámbito periodístico. Obvio, como todo líder en la fauna descarnada reporteril, tiene depredadores naturales: uno que otro marihuano recuperado que antes robaban a granel y ahora…ahora también, pero ya están Evangelizados y listos para escribir su libro con historias de triunfos: de cómo libraron a la muerte para sacar sus notas y ahora están dispuestos a ser glorificados en tinta en papel maché. No sé si me crean o no, aunque en realidad ni siquiera es lo más importante, pero puedo escribir los versos más tristes…(ah cabrón, perdón, me dejé llevar). Les decía, escribo solo para liberar toda la gratitud a quien en mi parecer lo merece. También redacto cagada, pero de eso no estamos hablando, ok?😅. Omar Eli Robles ya tendré la oportunidad de darte un abrazo canijo, y sentarme a escuchar tus historias de las cuales te carcajeabas antes de terminarlas y eres tú mismo tu más grande fan. Existe mucho más historia y más qué decir, pero eso me obligaría a escribir un libro y tendría que mentir inventando que fui corresponsal de guerra. Aunque vivo en Apodaca, y no varía mucho (aquí entran las risas grabadas como en el Chavo del Ocho). Omar Elí, a mí no me importa tu religión o preferencias a deidades estrambóticas. Eso nunca te detuvo para ayudar a los amigos. Por mi parte, chingo de gracias, la tenía atorada desde hace años (no comiencen con albures ñoños y peladeces, yo ya cambié, os lo juro y en verdad os digo bellacos). Me despido a tu estilo … Esos tres puntitos que marcaron parte de una historia: la mía. Gracias mi Coyote. Gracias Maestro. Pd: Ya pueden aplaudir y lanzar la lágrima furtiva que se pierde entre el humo de la reflexión y el sarcasmo. Como dijo mi Teniente Harina: Vámonos perraaaaassss!