Por Salvador Hernández LANDEROS.
Con el estribillo musical “ya te velé, ya te enterré y te puse flores”, seguidores
de Clara Luz podrían preparar el sepulcro del PRI al final del proceso electoral.
Conste, no es deseo, es una posibilidad que podría ocurrir el próximo 6 de junio,
dentro de 125 días que son insuficientes para el debilitado y desgastado Partido.
EL otrora poderoso PRI prácticamente va solo en esta contienda, pues el PRD
y nada, significarán lo mismo. Tan así, que no lo invitaron al Mirador.
En cambio, MORENA, en coalición con PT, PVEM y PANAL, coludidos con
priistas y ex priistas resentidos, en montón, podrán zarandear al tricolor.
El PAN, con Fernando Larrazabal Bretón, quien cuando joven simpatizó con el
PRI y algunos Independientes, tendrá como sus contrarios a la vieja cúpula.
Por lo que corresponde a Movimiento Ciudadano, ya no es lo mismo de hace
tres años. Su hombre fuerte, el senador Samuel García, se inmoló él solo.
Adrián de la Garza, o lo que es lo mismo Rodrigo Medina de la Cruz, no se
enfrentará contra adversarios débiles, conste, no son los otros candidatos.
Los reales adversarios son Andrés Manuel López Obrador y Jaime Rodríguez Calderón, dos ex priistas resentidos cuyo objetivo personal es enterrar al PRI.
El presidente y “El Bronco”, según se aprecia, sostienen una rivalidad desde la
campaña, pero su rivalidad es como la de los gladiadores de la lucha libre.
El gobernador corre riesgos si Adrián y el PRI ganan la elección. Aunque
diga que no, su relación con Abel y los “padrinos” de Larrazabal es muy fuerte.
Por su parte, López Obrador, quiere NL y Monterrey a como dé lugar. Por ello,
buscará convencer a los empresarios durante su próxima visita al Estado.
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