Por Salvador Hernández LANDEROS.
¡Fosfo!… ¡Fosfo!… No hay duda, Mariana Rodríguez, fue la triunfadora.
Mujer joven, imagen agradable y con más de UN MILLÓN 600 mil seguidores en Instagram, le abrió las puertas para el triunfo a Samuel García.
Su rostro y nombre no aparecieron en las boletas, pero no se puede negar que, durante meses, impregnó el ambiente y cautivó con su imagen al electorado.
En forma inteligente, si fue o no víctima del machismo de Samuel, con discreción le sacó provechó al regaño del marido “por enseñar sus piernas”.
No se trata de restarle méritos a Samuel García Sepúlveda, pero todo opuesto a su joven esposa, su belicosidad y balandronadas, no sirvieron para nada.
De los más de los 600 mil votos que alcanzó la candidatura del ahora gobernador electo, se puede asegurar que más del 60 % fueron por su esposa.
Samuel lo sabía y lo sabe, que era y es, su mejor apoyo. Por ello mismo en sus señalamientos decía: “Yo no escondo a mi mujer, como otros”.
No sabemos qué será de Mariana dentro de dos sexenios, pero acumulando experiencia y preparación política, podría ser la primera gobernadora en NL.
Sin exagerar y respetando los niveles que habrá de escalar, ella representa una nueva generación de mujeres que se atreven a participar en política.
Lo hacen al lado del esposo y desarrollan importante presencia, como en su momento lo hicieron Lady Di, Jaqueline Onassis y otras primeras damas.
Como haya sido, es innegable el éxito de lo emprendedora joven “Lady” Mariana. Es toda una influencer, que abrió una tienda de cosméticos y…
¡Acaba de poner como gobernador a su esposo!
