Por Salvador Hernández LANDEROS.
Samuel y Mariana, muy felices compartieron su anuncio. “Baby on the way”. En cambio, el destino de Emilio anunció. “Baby Good Bye”.
Cosas de la vida. Samuel y Mariana escribieron a través de sus redes. “Estamos felices de compartirles que pronto seremos tres”. O sea, Emilio ya no cuenta.
Mariana escribió: “En estos dos años y medio hemos aprendido que los tiempos de Dios son perfectos, ni un día menos, ni un día más”. (sic).
En cambio, Emilio no tiene edad para entender y menos comprender que para él, “Los tiempos de Dios NO son perfectos ni un día menos, ni un día más”.
De acuerdo a la prueba de embarazo e imágenes de ultrasonido del bebé de 10 semanas de gestación, su nacimiento esta previsto para el 1 de abril del 2023.
Como ironía del destino, la fecha suena a sentencia para el pequeño Emilio, quien ya no disfrutará del “acogimiento familiar” de Samuel y Mariana.
Según Mariana, “Fue por el bebé Emilio por el que se dio cuenta que estaba embarazada, porque estaba super chipi”. (Es chípil, palabra de origen náhuatl).
“Chípil” aplica a un niño que desea cariño. Que puede enfermarse al destetarlo por estar embarazada su madre. Mariana nunca le dio pecho a Emilio.
Qué bueno que Dios conceda la dicha de ser padres a Samuel y Mariana.
Creced y Multiplicaos, es crecer mutuamente y procrear responsablemente.
Para Emilio el destino es incierto. Tal vez seguirá en el Centro Capullos por tiempo indefinido. Podría ser adoptado en circunstancias por diferente pareja.
Ojalá y no crezca con el estigma del niño que pudo haber sido y no fue, al ser involucrado en una polémica ocasionada por un gobernador y su esposa.
