AMLO, el Papa y Rigo Tovar.

0
578

Por Salvador Hernández LANDEROS.

Las figuras públicas, sobre todo en política. Y populares, como Andrés Manuel López Obrador, tienen seguidores mientras ostentan un poder y fama.

Esas figuras son las que arrastran más seguidores efímeros, ya sea en espacios cerrados, o bien, en públicos similares al Zócalo, o en las calles de la CDMX.

Tanto una como la otra están segmentadas, de acuerdo a su propia capacidad, aunada ésta, a las de sus seguidores y simpatizantes, entre los que hay de todo.

Hay otras figuras, pero están acotadas por diferentes culturas. Las populares las vemos también en los deportes, espectáculos y otras de grandes masas.

El que el presidente AMLO haya reunido a decenas de miles de simpatizantes (dicen que unos 250 mil), no significa que haya mostrado “mucho músculo”.

Si al evento hubieran asistido 500 mil o un millón de seguidores, se podría decir que el presidente Andrés Manuel es un líder de mucho arrastre. Así no.

Una concentración política no tiene medición real en cuanto a simpatizantes. Como en todas, acuden los “acarreados” y muchos más por su despensa.

Aquí en NL, estamos curados. Con la población que había en enero 31 de 1979, hace casi 43 años, con un frío invernal, con gente de Coahuila y Tamaulipas. asistimos al lecho del Río Santa Catarina, más de un millón de fieles para ver al Papa, Karol Wojtyla, conocido como Juan Pablo II.

Otra concentración masiva con casi 500 mil admiradores, en la que anduvimos, en el mismo Santa Catarina, se dio en 1981, durante el concierto de Rigo Tovar y su Costa Azul, con su “Mi Matamoros querido…”.

Los 250 mil asistentes al Zócalo no se comparan con los miles y miles de habitantes del entonces DF, que salieron a la calle para ver pasar el féretro que contenía los restos de Pedro Infante, fallecido en abril 15 de 1957.

Tampoco con el funeral de Jorge Negrete, un 5 de diciembre de 1953, hace 68 años. Cuando AMLO supere eso, diremos. Mientras tanto, no hay músculo.

chavalolanderos@yahoo.com.mx