Solo roban al trabajador con las famosas “cuotas sindicales”, pero a la hora que ocupan a sus líderes y sus asesorías literal se hacen “coendejos”.
Alberto Vásquez/ KW Noticias.
Desde hace días comenzaron paro de labores en distintas empresas, entre ellas, una con la razón social Polaris.
Y es que los trabajadores exigen lo que por ley les corresponde, en cuanto a las utilidades que se han generado por un año o más de trabajo.
En Nuevo León, exigen sindicatos como la CTM, CROC, los Sindicatos Independientes, y uno de reciente creación, que dicho sea de paso, ha dado mucho que desear por la inclusión se delincuentes en sus filas, y es el CATEM, en el cual, algunos de sus miembros son Ex RAM, para los que no están familiarizados con el término es Resguardo Aduanal Mexicano, por cierto ya desaparecido; y hasta ahora, ninguno ha solucionado los problemas de los trabajadores y ni que decir del gobierno que encabeza Samuel García y sus inútiles empleados de la Secretaría del Trabajo en Nuevo León.
Otra empresa que ha tenido este tipo de exigencias por sus trabajadores es MYUHWA, de origen coreano y que tampoco ha entregado las ganancias de ley a sus trabajadores por medio del reparto de utilidades.
Este problema se da a semanas de que Samuel García ha anunciado la instalación de la empresa TESLA en Santa Catarina y del reciente viaje a oriente en busca de inversión.
Será que todos quieren invertir en México porque con poco salario y malas condiciones laborales sacan sus empresas adelante, y teniendo, literalmente, como esclavos a la mano de obra mexicana, que pese a sus protestas, los empresarios, y pero aún, los políticos se pasan por el arco del triunfo los derechos laborales de los trabajadores.
Ya llegó el día en que los empleados y obreros se han revelado contra las empresas, ahora solo falta aquel lo hagan contra los sindicatos que lo único que han hecho es quitarle el dinero a los trabajadores, simplemente por tener un contrato colectivo firmado con las empresas y avalado por el gobierno y los políticos.
Es tiempo ahora se exigir los derechos laborales, sacando las manos sindicales de las empresas y teniendo reales asesorías con abogados para que los trabajadores puedan tener las prestaciones que por ley les corresponden.
Esperemos que no se hagan “tontejos” muchos políticos que viven del erarios y que les pagan por hacer leyes que defiendan al pueblo trabajador y más aún, que el gobernador exija a las empresas que lleguen a Nuevo León, tengan la empatía de tratar a los trabajadores como personas y no como viles esclavos.
