Una disculpa pública de Samuel.

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Por Salvador Hernández LANDEROS

Dicen que “nobleza obliga a nobleza”, pero tal parece que eso no cabe en la formación personal, profesional y política del gobernador, Samuel García.

El mandatario llama a los actores políticos del Estado a “quitarse tabúes, piojos y dejar a un lado la grilla para poder trabajar en unidad” por Nuevo León.

Su objetivo se ve intencionado, tal vez para matizar la marcha de la sociedad contra la distribución de los libros de texto, programada para el 27 de agosto.

O bien, para su proyecto e imagen política aprovechando el 7 de mayo del 2024, apoyándose en la celebración del 200 Aniversario de Nuevo León.

Según el gobernador, este nuevo llamado es una oportunidad para una reconciliación y estar juntos el Poder Ejecutivo, Congreso y el Poder Judicial.

De acuerdo al llamado de Samuel García, no quiere “que los festejos del 200 Aniversario se contaminen con el ambiente electoral presidencial que será hasta el siguiente año” (sic).

Ese llamado a los actores políticos, para que se “quiten tabúes y piojos”, requiere, al menos, de una disculpa pública por parte de Samuel García.

Porque, a decir verdad, los diputados del PRIAN y ni los alcaldes, de quien dice va a requerir de su apoyo, no lo han denostado con calificativos insultantes.

En cambio, el gobernador, como se dice, “no ha dejado títere con cabeza”. Los ha calificado de “jodones”, “hampones”, “pillos” y otros ofensivos adjetivos.

El conflicto político entre el gobernador y los integrantes del “prianismo” se ha prolongado varios meses por la fiscalía, los apoyos económicos y otros.

Esa oportunidad para la reconciliación entre el Ejecutivo y los poderes Legislativo y Judicial, debe ser coronada con una actitud sin soberbia alguna.

Y si Samuel ofrece una disculpa pública a los diputados y alcaldes, juntos, ofrecerla a los ciudadanos, a los de camión, del metro y usuarios sedientos.

chavalolanderos@yahoo.como.mx