Por Salvador Hernández LANDEROS.
Sin andar de albureros, ni con el “me canso, ganso”, pero ante el problema de los gaseros no faltará que en una arremetida mañanera presidencial se escuche el grito de “salganalgas”, perdón, perdón, “salgan al gas”.
Sin querer queriendo el presidente Andrés Manuel endosó un problema muy serio a la alicaída Claudia Sheinbaum, quien llevará las de perder con los habitantes del Valle de México.
El gremio Gasero Nacional, que agrupa a los comisionistas que distribuyen el gas LP amagan con un paro de actividades afectando a millones de usuarios.
De no destrabar el problema del precio tope del gas LP, serán millones de habitantes que exigirán una pronta solución o, políticamente, se lo cobrarán en el mes de marzo del próximo año.
Sea como sea, López Obrador ya abrió otro frente. No hay mañanera en la que no arremeta, ya sea contra los conservadores, los medios de comunicación, o bien, los jueces del Trife.
La distribución del gas LP en el Valle de México no es cualquier cosa ya que es controlada por mafias que defienden sus territorios, al estilo de la CTM en NL en sus “buenos tiempos”.
El fue quien prendió la mecha, pues amenazó a los distribuidores con echarles a la Guardia Nacional y aunque no son unos santitos, tampoco llegan a nivel de la delincuencia organizada.
El presidente, a lo largo del año, ha prendido varias lumbres de inconformidad en la CDMX. Allí perdió la mitad de las alcaldías y su consulta popular para enjuiciar a los expresidentes, fue un fracaso.
En marzo próximo vendrá la consulta para la revocación de mandato, pero algunos ya se mofan y sugieren que se le llame “100 mexicanos dijeron”.