Por Salvador Hernández LANDEROS.
En el magisterio estatal lleva amplia ventaja un numeroso grupo denominado “Los Chuchos”, en alusión a quien los maestros ven como su futuro dirigente.
Él es Jesús Manuel Ortiz, experimentado maestro de la Sección 50 del SNTE en NL, quien, desde el 2019, ha hecho crecer el número de sus seguidores.
“Los Chuchos” y su líder van por la dirigencia que está en poder de José Luis López Rosas, cuyo relevo se postergó hasta octubre por petición presidencial.
De “Los Chuchos” no sabemos qué tanto lo sean. Ojalá que el día de la elección no reculen y vayan a salir con que “ha chuchita la bolsearon”.
Que no vayan a salir reculeros y a la hora buena no voten por Ortiz, arguyendo que el líder nacional, Alfonso Cepeda Salas, les tiró línea para otro.
Esta elección es la última oportunidad de los maestros para echar fuera a toda esa mafia que en este milenio ha saqueado las arcas de ese sindicato.
Alvarado, Saldívar, Martínez, Castillo y el actual López Rosas, están millonarios. Su patrimonio no corresponde al digno salario de un maestro.
De ganar la elección, la misión de Jesús Ortiz y “Los Chuchos”, será eliminar la corrupción y, con un frente común, hacer un reclamo a los diputados locales.
Conste, la advertencia a los 30 mil maestros es porque los legisladores endilgaron toda la planta de trabajadores de los CENDIS a la nómina estatal.
Estos nuevos “maestros”, seguramente no obedecerían a nadie, salvo instrucciones de la maestra Lupita, quien luego exigirá hasta sindicalización.
Beto Anaya, irá por la Sección 50, aprovechando su cercanía con AMLO y, el futuro gobernador, Samuel García, ni las manos meterá. ¡Pal baile vamos!