Por Salvador Hernández LANDEROS.
Nomás para que no ande echando pico, le vamos a comprobar con una prueba fehaciente de que a Aldo Fasci Zuazua no le interesan mucho las mujeres.
El secretario de Seguridad acudió a un evento en conjunto con Alicia Leal, titular de la Secretaría de la Mujer, con temas sobre la violencia de genero.
En ese evento, donde el actual gobierno anunció que pretende cambiar el enfoque de la atención a los casos de violencia contra mujeres, Aldo se alteró.
Al cuestionarlo sobre el incremento a los robos, dijo: “Aquí estamos hablando de 100 mil mujeres, a mí me interesan más 100 mil mujeres a que se roben todos los comercios”. “Para mí, es más importante la mujer, y si alguien está en contra mía, que lo diga”, espetó muy alterado.
Quién sabe cuánto le interesarían en el pasado a Aldo las mujeres víctimas de la violencia. El habla de 100 mil casos y él tiene tres años en el mismo cargo.
Eso de que “Si alguien está en contra mía, que lo diga”, que les pregunte a los miles de familiares de esas víctimas que perdieron la vida por la violencia.
No sabemos a quién trató de impresionar, pero si la intención era para Alicia Leal, no va a conseguir su objetivo. Ella tiene más de 20 años en esa esfera.
Pero no sólo a Aldo Fasci no le interesan las mujeres. Tampoco le importan a Gustavo Adolfo Guerrero, el fiscal general, ni al director de AEI, ni a nadie.
Una joya de ello, la dio a conocer el periódico El Norte en su edición dominical, en su sección de seguridad. Un poco extraño el espacio que le dio.
La nota completita la puede usted leer en ese portal, pero aquí le recordamos que nada más para atender a la víctima, cuántos años pasaron y Aldo siempre estuvo durante ese tiempo como jefe policiaco.
La dama, de la cual ese medio dio a conocer ilegalmente los datos de su identidad, se hartó de denunciar, hasta el cansancio, al presunto ahora detenido.
El supuesto acosador ya fue vinculado a proceso ante un Juez, pero los editores del periódico no repararon en su ruptura del sigilo al dar a conocer los nombres de la quejosa y del presunto, porque, como siempre, la fiscalía del Estado volteó hacia otro lado.
Claro que Aldo, mediático como es, no quiere perder esta oportunidad para salir como el príncipe bueno del cuento.
