Odio decirlo pero se los dije…

0
1001

Alberto Vásquez/KW Noticias.

Odio decirlo, pero se los dije hace aproximadamente 20 días, el 25 de marzo para ser exacto, cuando se dio “el primer ataque” a la bata blanca, a los héroes que ahora luchan en la primer trinchera de esta guerra que se ha desatado contra el enemigo invisible, el COVID-19, pero nadie quiso hacer caso.

En Monterrey se dio la agresión cuando los operadores del trasporte urbano se negaban a recoger al personal de enfermería, médicos y todos los que laboran en el área médica de los distintos hospitales, tanto privados como públicos, pero simplemente nadie hizo nada, aunque Manuel de la O Cavazos dijo que se iba a coordinar con las autoridades del transporte para ver el particular, aunque dijo no tener conocimiento de dichas acciones.

Ahora a nivel nacional, los ataques se han vuelto mucho más frecuentes como el caso de una enfermera en el estado de Durango, que ya fue amenazada de muerte, y que incluso le “echaron” una camioneta encima con el afán de hacerle daño, llamando mucho la atención que las autoridades municipales y estatales no han hecho hasta a hora nada por resolver el caso.

En otros estados de la República han estado sufriendo ataques que van desde lanzarles café hirviendo y hasta cloro, esto cuando ven al personal del área de las salud utilizando un uniforme hospitalario, pero tal parece que a la autoridad le vale madre, porque aún no se han registrado detenciones por estos ataques.

Que es lo que estarán esperando las autoridades para poder actuar en consecuencia de estos ataques y en contra de las personas que se encargan de cuidar y velar por la salud en medio de esta pandemia.

Se irá a llegar a ver a alguna enfermera, médico, paramédico, camillero o cualquier persona que trabaja en una institución hospitalaria muerto por estos ataques para que la autoridad pueda actuar.