No hay registros de alguna acción relevante que haya hecho por el estado de Guerrero o específicamente por Acapulco, dónde apenas hace unos años llegó a Nuevo León, Roberto Medina Martínez, autodenominado “El Oso”.
Su esencia de traidor, lo ha llevado a traicionar, no solo sus propios ideales, si no a sus compañeros de fórmula y los colores del partido que en el 2018 representaba, cuando intento “tumbar” a Thelma Cora Garza para quedarse como titular. Pero ahora trata, como de lugar, de colocarse en el panorama político en Nuevo León, como diputado local por el tercer distrito.
Por fortuna y para su desgracia, el distrito que representa tiene un muy buen nivel de educación profesional para saber distinguir entre un político que realmente va a trabajar por hacer leyes en beneficio de la ciudadanía y de un oportunista que brinca de partido en partido para ve en cuál “le pega el chicle”.
Últimamente se ha visto por algunos sectores, tratando de recoger basura para quedar bien en redes sociales, y además hace como que escucha a los ciudadanos con quejas que, de llegar al puesto que pretende, difícilmente las podrá cumplir pues son trabajos que de competencia municipal y/o estatal, no del legislativo (congreso del estado).
Así es que mejor, Roberto Medina “El Oso” debería seguir con sus negocios de fumigación o de antros en la zona turística de Acapulco, o quizá cobrando un dollar por mover la panza a los turistas y pasearlos en las lachas.
Los regios quieren representantes regios y que en realidad le sepan al trabajo legislativo, porque para andar viendo payasadas ya tienen el 90% de los cruceros de Monterrey.
¿En todos los “años” viviendo en Monterrey, que acciones a hecho Roberto Medina “El Oso”, en favor del estado y los ciudadanos?.
