Por Salvador Hernández LANDEROS.
Proyectos van, proyectos vienen. Lo mismo ocurre con membretes por aquí y por allá. Es como El Gatopardo. “Cambiar todo, para que todo siga igual”.
Desde hace 50 años, el transporte urbano en NL es un circulo vicioso entre los empresarios del ramo y autoridades estatales y municipios metropolitanos.
Todo proyecto se ha sustentado en unidades nuevas, jaloneos económicos por las tarifas y rediseños en rutas de acuerdo a los desarrollos habitacionales.
Cada sexenio con nuevo membrete. Fomento Metropolitano del Transporte (FOMET), Comisión Intermunicipal del Transporte Urbano, (CITU).
En los últimos 20 años la Agencia Estatal del Transporte Urbano (AETU) y en 12 recientes, la Secretaría de Movilidad y Transporte, con Ecovía y Metro.
Ahora tenemos un nuevo gobierno, con un nuevo proyecto y membrete. La Secretaría de Movilidad Sustentable. Y de nuevo, nuevas unidades.
A esta nueva Secretaría le agregan “Planeación Urbana”. Es decir, si no nos equivocamos, es lo mismo que antes se llamaba “Obras Públicas”.
El nuevo gobierno ya anunció una inversión de más de $2 mil 500 millones para mejorar el servicio y dentro de seis, todo solucionado con nuevas unidades.
¿Qué significa movilidad? “Lograr que la manera en que nos transportamos en los espacios públicos, en camión o a pie, sea incluyente, eficiente, responsable, respetuosa y consciente de su impacto en el medio ambiente”.
En lo Sustentable está el desarrollo compatible con los recursos de que dispone una región, una ciudad, un área metropolitana, al igual que su sociedad.
Hay proyectos, membretes y gobiernos nuevos. Nuevas sociedades que se modernizan. Pero el problema es el mismo. Con todo y carretoneros.
