Por Salvador Hernández LANDEROS.
El exalcalde de Monterrey, Adalberto Madero, está en su derecho de registrar su propio partido dentro de la libertad política que permite la Constitución.
Criticar a “Madedito” sería una cerrazón a la Democracia y muy subjetivo “mirar la paja en el ojo ajeno”. Así empezaron algunos partidos vigentes.
¿Cuántos partidos políticos contendieron en la elección presidencial del 2018? Tres o cuatro fueron “flor de un día” que juntos obtuvieron 10 % de votos.
Censurar la ética o moral política de Adalberto Madero, sería cerrar los ojos a la de los actuales dirigentes o presidentes de todos los partidos.
¿Cómo empezaron los dirigentes de los partidos? El Verde Ecologista, el del Partido del Trabajo, antes Tierra y Libertad y Movimiento Ciudadano.
¿Quién está libre de pecado? Adalberto Madero, Alberto Anaya Gutiérrez y Dante Delgado Ranauro. Todos, en su momento, tuvieron procesos legales.
El exalcalde regio ha sido uno de los peores representantes del panismo que estuvieron como presidentes municipales de Monterrey. ¿Los recuerdan?.
Como sociedad, más que criticar el registro del partido ESO (Esperanza Social), es observar quién simpatiza con ese movimiento con deseos de un cambio.
Tampoco Madero no se mueve solo. Nunca va arriesgar su patrimonio personal que logró como alcalde de Monterrey, al igual que otros conocidos.
Sería muy aventurado decir que nunca más va a volver a ganar una elección, pero su terquedad para triangular con terceros, le dejara dividendos.
“Madedito”, como alcalde fue todo un ejemplo, malo, pero al fin ejemplo. Ejemplo para quienes en ese entonces eran niños y hoy siguen su ejemplo.
