Por Salvador Hernández LANDEROS.
El recinto legislativo, del Congreso Local, pareciera mercado persa donde los líos en oferta, cargados de inmoralidad, se venden al mejor postor.
Dicen que pesos van y vuelan sin recato alguno, con diputados y diputadas, haciendo añicos el digno cargo concedido a través del voto ciudadano.
En voz de los mismos legisladores, el ciudadano se entera de que ahí abundan entre ellos, actitudes pesudas, injuriosas, afrentosas, fachosas y tortuosas.
Injurioso, Carlos de la Fuente, coordinador de los legisladores del PAN acusa al gobernador de utilizar “la chequera del ejecutivo” para extorsionar.
Afrentoso Samuel García replica diciendo: “Tengo tesis doctoral fiscal, que es mi especialidad, entonces pido a los alcaldes que no anden repelando”.
El coordinador de la bancada de MC, Eduardo Gaona, en forma por demás fachosa, advierte a los alcaldes “es mejor que ni se metan con el ejecutivo”.
El diputado morenista, Waldo Fernández, muy lenguaraz sentencia. “Es un pleito entre mafiosos, el gobierno genera condiciones de ingobernabilidad”.
Como cereza de pastel, el consejero y vocero de Samuel García, Aldo Fasci, es acusado por Enrique Ogaz, quien le interpuso una denuncia por amenazas.
Llama la atención, que en lo que está ocurriendo en el Congreso del Estado, ninguna de las diputadas tome una postura, ni siquiera Ivonne Álvarez.
Según todo se generó con la integración del Comité de Selección para un nuevo fiscal general, luego de un supuesto acuerdo del gobernador con diputados.
Pero a Samuel García le valió y se fue a Egipto sin darle importancia a lo que está sucediendo. Lo que ocurra, el es el gobernador y le quedan 5 años más.