Por Salvador Hernández LANDEROS.
Calles sucias y basura amontonada es un cuento de nunca acabar entre ciudadanos y autoridades, hasta que se cae en la desgracia.
En Monterrey, como en los municipios que componen el área metropolitana, son “el pan nuestro de cada día” en las imágenes televisivas.
En la basura hay un binomio. Gente sucia que se le podría aplicar otros calificativos y alcaldes miopes que hoy están ciegas, ante otras vicisitudes.
Las ciudades no se ensucian por sí mismas. Son sus habitantes, quienes, sin cultura alguna arrojan o dejan en las calles sus desechos.
Lo que hacen esos habitantes “cochinos”, es el alimento de noticieros para posicionarse con su auditorio y, para otros, “cobrar” favores a las autoridades.
La recolección de la basura doméstica, administrativamente corresponde a los municipios, pero la operatividad depende de empresas contratadas.
MAS VALE PREVENIR QUE LAMENTAR.
La basura que arrojan los habitantes sucios se acumula en arroyos y, principalmente, en las alcantarillas limitando el flujo del agua.
Es época de huracanes y ciclones. Ya está la advertencia de la formación de “Grace”, que hoy es una tormenta tropical que podría llegar a NL.
Su llegada, se pronostica para el fin de la presente semana. Aún hay tiempo para prevenir las desgracias que siempre ocurren con lluvias fuerte.
No está por demás ser precavidos. Revisemos y limpiemos lo que nos corresponde en casa. Que la gente sucia no tire en la calle sus desechos.
Y que los miopes alcaldes hagan lo suyo.
