Por Salvador Hernández LANDEROS.
Si MORENA no ha anunciado quién será su candidato para la alcaldía de
Monterrey, es por una razón muy simple.
AMLO no ha tomado la decisión.
Desde siempre, el presidente de México, del partido en turno, ha llevado mano
para decidir quién será candidato a la gubernatura y la capital del Estado.
Todos los mandatarios, tanto del PRI como los dos únicos del PAN, en su
sexenio fueron quienes “palomearon” quienes serían los candidatos.
Andrés Manuel López Obrador no ha sido la excepción. Bajo su investidura
está haciendo lo mismo que hicieron tanto los del PRI como los del PAN.
En los partidos políticos, para la elección de sus candidatos no hay democracia.
El PRI, PAN, MC, PRD y todos se someten a la decisión del Comité Nacional.
En supuestas encuestas o “la decisión del pueblo”, AMLO tiene la fórmula
para sacar a sus elegidos, como está ocurriendo en Guerrero y otros Estados.
En NL, prematuramente, MORENA decidió su candidata a la gubernatura, sin contar con cuadros suficientes para cubrir la capital del Estado.
Basados en una popular encuesta y elección interna, participaron quien ya era la decisión del presidente y otros más que sólo sirvieron de relleno.
La decisión para el candidato a la alcaldía regia ya se complicó tanto a nivel nacional como estatal para los dirigentes de “La Esperanza de México”.
Al presidente, por muchas razones le interesa Monterrey. El problema es que
MORENA no tiene un candidato propio y de arraigo que asegure el triunfo.
Clara Luz, con el apoyo presidencial puede ganar la gubernatura, pero si no
cuenta con un candidato que le haga segunda, todo se irá por la borda.
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