Por Salvador Hernández LANDEROS.
El Isssteleón, institución fundada en 1983 para seguridad social de los trabajadores del Estado, se convirtió en un codiciado botín a partir del 2006.
Los beneficios para empleados administrativos del Estado y, principalmente para el gremio magisterial, se han vuelto inestables por manejos irregulares.
A partir del año citado, el organismo ha enfrentado problemas financieros y varios directores han sido procesados, acusados de perjudicar sus reservas.
Eduardo Bailey, Pedro Morales Somohano, Luis Gerardo Treviño y el más reciente, Carlos Morales Rizzi, han sido señalados por presuntos desfalcos.
José Natividad González Parás, Rodrigo Medina y Jaime Rodríguez, como gobernadores, han enfrentado acusaciones del magisterio por malversación.
Son miles de millones de pesos que se conjuntan en aportaciones para su financiamiento y los más afectados han sido los maestros de la Sección 50.
Maestros activos y jubilados acusan a sus últimos líderes, a partir del milenio, que se han enriquecido desviando los recursos que les aporta el Isssteleón.
Señalan a José Ángel Alvarado, Margarita Martínez, Mirna Saldívar, Guadalupe Castillo y a José Luis López Rosas, quien concluye su gestión.
Se viene el cambio de dirigencia sindical y los maestros quieren echar del sindicato a quienes han dado en llamar “La Mafia Magisterial del Milenio”.
Acusan que personajes ajenos al gremio, (mentor y maestro) del gobernador, están impulsando a quien les serviría en sus muy particulares intereses.
De avanzada, al Isssteleón, va Ismael Navarrete Santos, tesorero sindical en el período de José Ángel Alvarado, casualmente, dirigente del 2004 al 2008.
