Por Salvador Hernández LANDEROS.
Antes que desafiar al presidente con no distribuir los Libros de Texto Gratuito, Samuel García optó por enfrentar a maestros contra padres de los alumnos.
El gobernador dejó en manos de los profesores una responsabilidad que es competencia del ejecutivo y la Unión de Padres de Familia de Nuevo León.
Samuel se “lavó las manos”, no propuso diálogo conciliatorio con los padres que rechazan el contenido de los LTG al considerarlo impropio para sus hijos.
El rehuir al diálogo y “no dar la cara” le podría acarrear serios problemas con los padres de alumnos, quienes ya proyectan una marcha para el domingo.
La Unión de Padres de Familia de NL es una representación amplia en escuelas públicas y privadas que también incluye maestros activos y jubilados.
Quien prendió más lumbre fue la titular de la SE, al decir que “se deja al liderazgo de los maestros la tarea de escoger los textos que deben enseñar”.
En los casi dos años de estar al frente de la Educación, Sofíaleticia Morales, no ha sido muy dada a tomar en cuenta a los maestros que se quejan de ella.
Su responsabilidad la zafa diciendo: “Partimos de la confianza del maestro”, “Muchos de ellos tienen más de 10 años de experiencia para sacar lo mejor”.
Pero la postura de Samuel no enfrenta solo a los maestros con los padres de familia, sino también con otros maestros que defienden la postura de AMLO.
Esos maestros, también se pronuncian a favor del reparto de los LTG y quienes consideran que cancelarlo, es privar de la educación a toda una generación.
Suceda lo que suceda en los próximos días relacionado con la educación y los libros de texto, hay un responsable de ello y se llama Samuel García.