Por Salvador Hernández LANDEROS.
Cuando el PRI era absoluto, al final de una administración los colaboradores del gobernador o alcaldes en turno se saludaban por la mañana: “Menos días”.
El PRI dejó de ser, se montaron otros partidos en alcaldías y desde el gobierno actual lo están desarticulando con sus militantes y “tentadoras ofertas”.
No hay día que entre priistas de la “vieja política” se saluden y se pregunten: “quién sigue pariente”, haciendo alusión a la “compra” de tricolores.
Viejos priistas, socarrones, cargados de oficio político y experiencias (mañas), aseguran que la estrategia de “comprar juventud priista” no es negocio.
Dicen que la única cualidad de esos ahora expriistas es su juventud. Claro, le agregan el interés del capital, que se les va a acabar, mas no la deshonra.
A quienes se han ido a Movimiento Ciudadano los tienen ubicados como “El Cártel de Los Comprados” y de seguro que en el 2024 los van a exhibir.
Sostienen que a “un peso pesado” del PRI no se lo han llevado. Dicen que el talento cuesta y no tienen el capital suficiente para adquirir a uno de esos.
Ponen de ejemplo a César Garza, alcalde de Apodaca. A Cristina Díaz, alcaldesa de Guadalupe. Ambos considerados de la “vieja política” en el poder.
Le mandan un mensaje al presidente del CDE del PRI en NL, José Luis Garza Ochoa, para que ponga marcaje a joven alcalde, quien podría ser “tentado”.
No se andan por las ramas y dan pelos y señales. Por su juventud y otras razones, financieras y políticas, señalan al alcalde del municipio de Santiago.
Esto no se acaba hasta que se acaba. Si creen que ya lo vieron todo, se equivocan. Esto apenas comienza y mejor agarren asiento y tabla.
