Por Salvador Hernández LANDEROS.
Hace una semana, el lunes pasado, les comentamos que había 3 comunicadores nada éticos, “asalta nóminas” que “dobleteaban” en la UANL y la CEE.
Ni 5 días pasaron y la presidenta de la CEE tomó drástica medida, contrario al Rector de la Máxima Casa de Estudios, quien se duerme en sus laureles.
La presidenta de la Comisión Estatal Electoral, Beatriz Adriana Camacho Carrasco, reaccionó y mostró que además de falda, trae pantalón bien fajado.
Uno de los comunicadores señalados fue Arturo Cota Olmos, de quien dijimos que, por años, estaba en la nómina de la CCE y de “aviador en la UANL.
Cota Olmos estaba enquistado en la nómina de la CEE, además en la Facultad de Ciencias de Comunicación, como maestro, sin acudir a dar una sola clase.
Claro, todo ello bajo el amparo del actuar coordinador de la Facultad de CC, Mario Humberto Rojo Flores, a quién representa en los municipios citrícolas.
La presidenta de la CEE, Camacho Carrasco, al enterarse de la falta de ética del comunicador, no lo dudó y el 15 de septiembre dejará el cargo y nómina.
En vías de una reestructuración interna, también seguirán a Cota Olmos, Rubén Domínguez, Malka Meza y, posiblemente, Héctor García Marroquín.
Con pie firme, la consejera presidenta de la CEE, Beatriz Adriana Camacho Carrasco, inicia su gestión para un periodo de siete años, del 2022, al 2029.
En cambio, el doctor Santos Guzmán, Rector de la Universidad Autónoma de Nuevo León, no ha tomado cartas en el asunto, ni siquiera en las factureras.
Tal vez porque él designó a Rojo Flores como coordinador de la FCC, pero puede, al menos, preguntar por la talla de pantalón de Camacho Carrasco.