Por Salvador Hernández LANDEROS.
El crédito se le debe dar a Fernando Canales Clariond, quien calificó de dictador a Samuel García, a quien, prácticamente, comparó con “Nerón”.
Esa comparación fue una alerta emitida el 27 de mayo, cuando dijo que “Samuel da muestras del inicio de una dictadura que no se puede permitir”.
Conste, lo que está sucediendo en las acciones estatales sobre las posturas críticas hacía el gobierno de Samuel, lo advirtió el ex gobernador panista.
Una muestra de la intolerancia a las críticas, ciudadanas o no, fue la acción de clausurar la casa que habita un adulto de 76 años, papá del líder del PRI.
La acción ejecutada por la Secretaría del Trabajo, muestra una represalia a la demanda del líder priista sobre la postura del Estado con los libros de texto.
José Luis Garza Ochoa, también diputado federal, demandó a la SE definir sobre la distribución de los libros de texto para el próximo ciclo escolar.
Para abogados laborales, la Secretaría del Trabajo se excedió con esa clausura violando los Artículos 52 y 57 de la Ley de Responsabilidades Administrativas.
Quién sabe si esa represalia, el gobierno la vaya a aplicar contra Fernando Canales Stelzer, presidente de la CANACO, quien demandó lo mismo.
El líder empresarial, sobre el mismo tema, dijo, que, en Chihuahua, la gobernadora Maru Campos, anunció que no se distribuirán los libros de texto.
No sólo el líder del PRI, ni el presidente de la CANACO, se han pronunciado por esa postura estatal sino también la Sociedad de Padres de Familia en NL.
En algunos sectores de la sociedad, se prevé una situación como la que ocurrió en 1963, siendo gobernador Eduardo Livas Villarreal, por la misma causa.
También se lamenta que un gobierno que inició muy innovador con su lema Nuevo Nuevo León, vox populi lo modifique como Nuevo “Nerón” León.