Por Salvador Hernández LANDEROS.
Los “Chapines” nada tienen que ver, ni su País tampoco, con lo que van a leer, pero es que, si con la anterior legislatura local salimos de Guatemala, con la actual, entramos a “Guatepeor”.
Se sabe que, de los integrantes del recién pasado Congreso local, son muy pocos los que se han salvado de calificativos muy indignos para un representante del ciudadano de NL. Decirles corruptos, es una aromosa flor.
A esos indignos diputados los conoció muy bien el anterior y actual manejador de las finanzas estatales, Carlos Garza Ibarra, quien durante los últimos tres años de “El Bronco” fue el mediador, entre ellos y su jefe.
No se olviden que el nuevo y joven gobernador, Samuel García, luchó por echar del cargo a “El Bronco” y a Manuel González y nunca pudo. Tachó de vendidos y corruptos a los diputados. Si les dijo vendidos, ¿Quién los compró?
Por ello mismo, no les extrañe que los actuales diputados hayan concretado una partida de más de 8 millones de pesos para la compra de 20 vehículos y un incremento del 5 por ciento para su gasto. Como quien dice, tal parece que les llegó, tarde, pero les llegó su “Halloween”.
Salvo excepciones, algunos nuevos diputados ya enseñaron el cobre, o el cobro. A esos les vale lo que se diga. En transporte nuevo y los trabajadores. estudiantes y demás, en los destartalados camiones y riesgoso Metro.
Pronto sabremos quienes tripularán automóvil nuevo y el uso que le darán. Los ciudadanos, hasta los más fregados, traen celular y se divertirán tomando fotos y videos que difundirán por redes sociales, no como denuncia, sino como simple y frustrante desahogo por su mala elección del 6 de junio.
Aún no cumplen ni 100 días y ya enseñaron parte de las uñas. Por lo pronto muestran que son huérfanos, que les vale. Están bien que sí, quizá algunos no tengan ni siquiera ese respeto familiar, pero, y los demás, qué culpa tienen.