De Margarita Arellanes a Luis Donaldo Colosio.

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KW Noticias.

Hace apenas unos años, los medios de comunicación y la opinión pública, crucificaron y mandaron a la hoguera a Margarita Arellanes, entonces alcaldesa de Monterrey y todo por haber “entregado” las llaves de la ciudad, a Dios, en un acto religioso que tuvo efecto frente al Palacio Municipal de Monterrey.

De inmediato salieron los críticos que, literalmente, se la acabaron por este acto religioso y que según ellos, debería estar alejado de la política, ya que, gobierno y religión son entes distintos.

Sin embargo, el pasado miércoles, Luis Donaldo Colosio Riojas, actual alcalde de Monterrey, realizó un evento, en el que se pronunció contra las autoridades federales por el tema migratorio, y lo hizo en una iglesia, sí, en la iglesia María Goretti, que encabeza el sacerdote Felipe de Jesús Sánchez, que “fundó” la casa INDI, en lo que fue el comedor del padre Infante, dónde se suponía atendería a personas en situación de calle, pero que ahora está lleno de inmigrantes, al grado de que se apoderaron de una pequeña extensión de la calle Miguel Nieto a espaldas de la iglesia y que conecta Bernardo Reyes con Luis Mora, con la complacencia presiamente de Colosio Riojas, el alcance de Monterrey.

Aquí lo cuestionable, del alcalde Colosio Riojas, es que le preocupa la situación de los migrantes, que son de Haití, Guatemala, El Salvador y muchos otros puntos y que buscan el sueño americano, pero los vecinos del sector están ya hartos de que todos los habitantes de la casa INDI, hagan sus necesidades frente a sus viviendas, o que pongan a los automovilistas en riesgo por dormir en un pequeño camellón por la calle Luis Mora, eso es mucho de lo que el alcalde no ha escuchado.

Aunque también cabe mencionar, que para alguien, ha sido muuuy bien negocio luchar con esa bandera, aunque la ciudad esté llena de indigentes, que en un principio era la finalidad de este centro.

Esperemos que el alcalde de la ciudad, mandé a los albergues establecidos a los migrantes que esperan sus permisos y que buscan llegar a los Estados Unidos, y se dediquen a recoger a los indígentes de las calles para brindarles una atención Integral, porque esas posturas populistas, en nada ayudan a los vecinos del sector que ya no hayan cómo quitarse el problema y también a el sacerdote, que muy seguido les ha insistido en comprarle sus viviendas.

Por lo pronto ya tenemos una calle menos en la vialidad, pues el padre Felipe de Jesús Sánchez, decidió que ere muy necesario cerrar con 120 mil pesos de malla ciclónica un tramo de la ya estrangulada vialidad, claro, seguramente con “donaciones” de algún alma caritativa que busca la salvación divina.