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Contralores, puros cobrones.

Por Salvador Hernández Landeros.

En cinco años de administración estatal, por la Contraloría han pasado dos contralores que resultaron ser puros cobrones y su productividad fue de cero.

Por esa dependencia han desfilado, Nora Elia Cantú, quien inició con la
administración y le siguieron Jesús Hernández y Gerardo Guajardo Cantú.

De ellos dos, no se hizo uno. Los dos “tiraron el arpa” y no resolvieron
ninguno de los casos de corrupción que se han considerado “emblemáticos”.

Ninguno de los ex funcionarios concluyeron los casos de corrupción, entre los
que destacan “El Cobijagate”, “El Dron” y “La Mega Pensión de la Suegra”.

Y aunque durante su paso por la Contraloría no concluyeron ninguno de esos
casos, nunca dejaron de cobrar su quincena tras quincena y sus prestaciones.

De esos últimos titulares de la Contraloría y Transparencia, de quien más se esperaba, fue de Guajardo Cantú, certificado en auditoría por el IMCP.

Jesús Hernández, quien durante 13 meses permaneció como encargado del despacho, fue calificado como “tapadera” de su compadre “El Bronco”.

Por cierto, comentan en “radio pasillo” de esa dependencia, Guajardo Cantú estaba sólo, pues todos los que ahí laboran, son gente de “Chuy” Hernández.

Ahora, quien quedó encargado del despacho, es el director jurídico Pablo Silva,

quien desde hace tiempo ha buscado “lugar y tabla” en el Poder Judicial.
En tiempos de pandemia, en los que el Tesorero, Carlos Garza Ibarra, anda
rascando en todas las áreas para sacar recursos, podría voltear al pasado.

Sería bueno citar a los dos ex contralores para que devuelvan una parte de lo que en forma improductiva se embolsaron, aunque, “lo caido, está caido”.

chavalolanderos@yahoo.com.mx

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