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“Con el Jesús en la boca”

Por Salvador Hernández LANDEROS.

Si Samuel García no es un “habliche” y se va en serio contra la corrupción oficial, en octubre, algunos “apóstoles” van andar “con el Jesús en la boca”.

Esos “apóstoles” no son otros más que los colaboradores del administrador Jesús Hernández Martínez, el alfil de todas las confianzas de “El Bronco”.

Jesús fue su tesorero y su sucesor en la alcaldía del municipio de García. Ya en el gobierno estatal, durante el sexenio, lo colocó en seis cargos claves.

El sexenio lo inició en la dirección de Fiscalización y de ahí asumió la Subsecretaría de Administración, donde acomodó personal de su confianza.

Posteriormente fue designado Subsecretario de Planeación y Finanzas de la Secretaría de Educación donde dejó al actual Alejandro González.

Este personaje, Alejandro González, “no curte mal las baquetas”. Tiene un corrido político muy voraz desde que inició en CDMX con Miguel Mancera.

Después de la Secretaría de Educación, Jesús Hernández fue designado encargado del despacho de la Contraloría y Transparencia gubernamental.

Ahí estuvo un año y el Congreso no aprobó su nombramiento, pero el encargado del despacho pico los ojos a los diputados dejando colaboradores.

Por último, el hombre de todas las confianzas de “El Bronco”, fue enviado a Fomerrey, donde se podrían hallar muchos asegunes. Si no saben, pregunten.

En todas esas áreas, el gobernador electo puede iniciar con las investigaciones levantando denuncias contra esos colaboradores de “Chuy”. ¿O son sus cómplices?

Dicen que “donde aprietan no chorrea”. Y un “apóstol” que califican como Judas, tiene nombre y apellido. Gerardo Leyva. Y no aguanta dos apretones. 

chavalolanderos@yahoo.com.mx

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