Por Salvador Hernández LANDEROS.
No sé de quién es, pero “me canso ganso” que la frase, “El día que los idiotas vuelen, no volveremos a ver el Sol”, nos viene “como anillo al dedo”.
“No nos hagamos bolas”, Andrés Manuel está “llevando agua a su molino”, tal y como lo hicieron en sus períodos electorales los anteriores presidentes.
La diferencia es que AMLO está comprando los votos de los comicios de junio y del 2224, utilizando, de nueva cuenta, a los adultos mayores. ¡Ya chole!
“Solo un ciego no ve, lo que no quiere ver”. Para el actual gobierno federal, las elecciones, éstas y las que vienen en tres años, serán las más costosas.
Sin recato alguno, López Obrador, utiliza el chantaje sentimental que genera un adulto mayor entre los mexicanos, tal es el caso de la vacunación.
El adulto mayor puede ser el más vulnerable, pero con protocolos sanitarios y confinado en su domicilio, está resguardado, no así, los jóvenes productivos.
Insisto, los programas de vacunación y de apoyo a los adultos mayores, son clientelares. No tienen humanismo al prójimo, sólo conveniencia electoral.
No tenemos bola de cristal para adivinar que va a suceder si López Obrador no logra su objetivo. Conste, se los advertimos, su reacción puede ser radical.
No ha sido leal a sus simpatizantes que se la jugaron con él. Ya los utilizó y los hizo a un lado. Los morenistas ya fueron marginados por los arribistas.
Los dirigentes de MORENA no tienen culpa de ello. Están sometidos por el presidente, como en el pasado, también lo estuvieron los del PRI y PAN.
La necesidad y derechos de un adulto mayor se debe cubrir con dignidad y exigir a hijos y/o familiares, aportar una obligación, empezando con lo moral.
