Por Salvador Hernández LANDEROS.
De ser cierto lo que dicen, de que Adán Augusto López vino el fin de semana a dar línea a los morenistas para arropar a Samuel García, ya valió.
Claro, ya valió queso para el dirigente nacional de Movimiento Ciudadano, Dante Delgado Ranauro, porque significa que le “comieron el mandado”.
Y no sólo le “comieron el mandado” al dirigente nacional, sino también al “emecista” Fernando Elizondo Barragán, mentor y asesor de Samuel.
Adán Augusto operó como todo arreador de ganado. Poner cencerro al “becerro mayor” y así jalar a todos los “becerros”, sean diputados o alcaldes.
La arreada del número dos del gobierno federal, jalaría también a otro asesor de Samuel, conocido como José Natividad González Parás y seguidores.
Lo más grave del queso, es para los ciudadanos de NL, ya que ese apoyo, al gobernador es una clara advertencia de que Adán Augusto, tiene la razón.
Se han de preguntar, ¿en qué tiene razón el secretario de Gobernación? Muy sencillo. Que los calificativos vertidos sobre el gobernador, son muy ciertos.
En público lo ha calificado de “incapaz”, “hipócrita”, “egoísta” y “engañoso”, sinónimo de “mentiroso”, “embustero”, “tramposo” y párenle de contar.
Con todos esos “adornos”, qué se puede esperar de un gobernador así. Tal vez por eso está entrampada la elección del Fiscal. Un día dijo sí, y al otro no.
A lo mejor hicieron otro acuerdo en lo oscurito. Solucionar el problema del trasvase del “Cuchillo 2”, por apoyo en la marcha del próximo domingo 27.
Y como la reunión fue en la Zona Militar, no vaya a ser que también pidieron apoyo de personal vestido de civil que participe en esa marcha. Ojalá y no.