Por Salvador Hernández LANDEROS.
Es lamentable que, en cuestión de género para la elección del Gobernador de Nuevo León en el 2021, en la oferta política sólo se perfile a dos mujeres.
Una es Clara Luz Flores Carrales, alcaldesa del municipio de Escobedo y, la otra, Tatiana Clouthier Carrillo, diputada plurinominal por Sinaloa.
Clara Luz, tras 25 años de ser militante del PRI dejó sus filas.
Tatiana, afiliada al PAN luego que su padre tiró al PRI, ella es ahora de MORENA.
El que sean sólo dos mujeres, es un ejemplo claro de que la política (¿) de altura en NL, está reservada sólo para machos, como un sistema misógino
En el PRI y PAN militaron mujeres que pudieron ser gobernadoras.
En el PT, fuera de la esposa de Beto Anaya, no hay más. Menos en PRD, MC o PANAL.
En NL, los partidos políticos han disfrazado la Democracia con la Alternancia en la gubernatura. PRI, PAN e Independiente, pero ninguna mujer.
Aunque han dejado correr que Clara Luz iría por MORENA, todo parece indicar que no.
Hacía el interior de ese partido no se le consideraría auténtica.
La leal y fiel colaboradora de AMLO, es Tatiana. Hacerla a un lado y poner la mesa servida a otra, provocaría recelos y, menos votos, entre los morenistas.
Clara Luz le sirvió al PRI y viceversa. Representar al PAN, inconformaría a
conservadores, Víctor Fuentes y, hasta posiblemente, a Mauricio Fernández.
Irse por el camino Independiente es de riesgo.
Esa figura no es la misma que
hace seis años. “El Bronco” y sus colaboradores le causaron muchos baches.
Nadie sensato ignora el apoyo de Jaime Rodríguez, quien parece pavimentar el camino con Enrique Alfaro y MC, haciendo a un lado a Samuel García.
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