Por Salvador Hernández LANDEROS.
El tira tira verbal en el que se enfrascaron Samuel García y Fernando Canales resultó ser lo que comentamos. Un pleito arreglado al estilo Don King, mago fraudulento del boxeo.
Esa confrontación o palabrería se pareció al ridículo juego del “yo te la pego y tu la trais”. Muy mal se vieron y perdieron figura. La ciudadanía ya no se traga esos “pleitos de comadres”.
Esas, dizque confrontaciones, son muy añejas. Fueron un invento de la “vieja política” de esa que no se ha ido “pá fuera”, tal como pregonó en su campaña el emecista García Sepúlveda.
Que falta de seriedad de Fernando Canales y Samuel García. El gobernador actual, como quiera, pero eso no le queda al ex gobernador, un empresario reconocido y respetado.
Tanto se “escupieron” para terminar en aceptar (¿) crear un grupo de asesores conformado por ex mandatarios y dado a conocer a través de un comunicado oficial, no por ellos mismos.
En el burdo boletín de comunicación social estatal se dio a conocer que “el gobernador vio bien la idea (no dicen de quien) y se tuvo acercamiento con Fernando Canales para ese tema” (sic).
“Vamos a trabajar en la creación de ese grupo asesor que integrarán algunos de los ex gobernadores de Nuevo León”, añadió el texto oficial, pero sin citar un vocero.
Según el boletín oficial, “García aceptaba el grupo de asesores y el gobierno señaló que la propuesta fue planteada por Canales, quien reculó diciendo que no es suya, pero la apoya” (sic).
Según El Norte, Canales reiteró su posición crítica al acusar a García de usar el erario para reforzar a su partido, lo que provocó “una airada reacción del gobernador” (sic) Si chulis, como no.
Don Jorge Treviño, Benjamín “El Benjas” Clariond y Sócrates Rizzo no han dicho “esta boca es mía”. Mucho menos “El Bronco”, por cierto, muy delicado de salud y mucho menos, Rodrigo Medina.
Pero qué creen. En su nota, El Norte dice: “Los ex Mandatarios Natividad González Parás, del PRI y Fernando Elizondo, ex panista cercano a MC, son personajes próximos a García” (sic).
Con eso, ya “salió el peine” y de donde surgió la “estrategia” de un distractor muy tamaleado y muy gastado en el pasado.