Por Salvador Hernández LANDEROS.
Sin cuidar la forma y con lenguaje torpe, Samuel García, figurativamente “mató” a su compadre Luis Donaldo Colosio durante entrevista televisiva.
Luego de la apantallada ceremonia de entrega de patrullas fue entrevistado por el conductor Josué Becerra ante quien mostró su falta de oficio político.
A Becerra le dijo lo mismo que a El Norte y otros medios: “A mi compadre Colosio lo voy a ayudar a que sea el mejor alcalde que ha tenido Monterrey”.
“Yo voy a apoyar a Colosio en todo, se lo prometí en campaña, se lo prometí a Monterrey, él va a ser el mejor alcalde que tenga la Ciudad, y yo lo voy a ayudar a eso”. (sic)
Tibiamente el conductor reviró con un “porqué nada más a Monterrey”. Samuel reviró: “Los demás alcaldes no se encelan porque así lo acordamos”.
Con un compadre así, Colosio no necesita enemigos políticos. Lo aniquiló con su lenguaje. Lo hizo más chiquito que el mismo Adalberto Madero “Maderito”.
En su tiempo, el panista llegó a alcalde por compasión. Con esa compasión a Colosio lo dejó sin aspiraciones. Lo que éste haga, será gracias a Samuel.
Sin medir sus palabras también dejó entrever arreglos en lo oscurito, además, claro, de echarle como enemigos políticos a los alcaldes del área metropolitana.
Y no sólo a los alcaldes, igual a los ciudadanos quienes se están viendo afectados por la inseguridad y violencia que desde hace años vive el Estado.
El compadre de Colosio no respetó a los habitantes de los otros 50 municipios. Aunque sus preferencias no estén en MC, ellos cooperan para su sueldo.
De esos ciudadanos Samuel come, viste y calza. Estos van a esperar que sus alcaldes y diputados no salgan agachones. El presupuesto debe ser para todos.
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