Por Salvador Hernández LANDEROS.
¡Uyyy!… ¡Qué miedo!… ¡Válgame Dios!… ¡A Nuevo León se le respeta!… Esa exclamación nos remonta al eufórico: ¡El Narco nos hace los mandados!…
Esa expresión fue del entonces gobernador Fernando Canales Clariond, un empresario y honesto panista, no como otros “chafas” que pululan en el PAN.
Ahora, el candidato a gobernador Fernando Larrazabal, hizo a un lado el spot “Déjame Escucharte”, por el amenazador ¡A Nuevo León se le respeta!
Fernando, el honesto panista, soltó su exclamación hace 23 años. Vinieron tres gobernadores y el narco se asentó en NL. Y ¿Quiénes hacen los mandados?
Fernando, también panista y empresario constructor, desde esos años ha vivido en la política. Llegó de Oaxaca en 1980 para estudiar en el ITESM.
Para alivianar su economía, junto son sus hermanos, el doctor Miguel Ángel y Jonás, en la colonia Nuevo Repueblo abrieron su fonda, “La Guelaguetza”.
Pero esa es otra historia. En política, Larrazabal ha sido alcalde de San Nicolás de los Garza, diputado local, funcionario federal y alcalde regio.
Cabe preguntarle si el respeto que exclama como candidato, lo tuvo él para los municipios que ha gobernado y como constructor de una Mega Biblioteca.
Qué tanto respeto le tuvo a Monterrey, la capital que él administro y que sufrió su más grande tragedia ciudadana en el Casino Royal con 52 víctimas.
No se vale escupir para arriba. Gobernar es cosa seria. Gobernar no es andar de artista telenovelero como lo hizo, siendo alcalde, con Pedrito Fernández.
Tampoco quiera imitar a “El Bronco”, aunque él lo apoye con los maestros. No copie sus improperios, ni se le ocurra montarse en un “Tornado”. ¿Vale?