Las reglas ya cambiaron. Para elegir a su nuevo líder, ahora los maestros serán consultados mediante el voto personal, libre, directo y secreto.
Con José Luis López Rosas se cierran añejos y corrompidos vicios, en los que metían mano los exlíderes enriquecidos con los dineros del sindicato.
En esta elección le van apostar a las reformas en materia laboral aprobadas por el Congreso de la Unión, en las que se incluye la democracia sindical.
Le dirán adiós a la mafia sindical de Ángel Alvarado, Guadalupe Castillo, Mirna Saldívar. Yolanda Martínez y otros exlíderes con mala imagen.
El nuevo dirigente del magisterio será electo por todos los agremiados haciendo a un lado la intermediación de delegados y representantes.
El nuevo dirigente de la Sección 50 tiene que hacer una limpia. Le va tocar trabajar los próximos cuatro años con un nuevo gobernador o gobernadora.
El dirigente debe pedir al mandatario estatal que haya voluntad política para encarcelar a los exlíderes, familiares y cómplices. Sentar un precedente.
De los 30 mil maestros, activos y jubilados, hay muchos que han sido víctimas de sus dirigentes: Un ejemplo, el prófugo antecesor de López Rosas.
Que no quede en promesa lo de encarcelar a un ex líder. Y ya metidos en gastos, a algún miembro del comité. En Finanzas hay un ejemplar de lujo.
Otros ejemplares de ese nivel, también se pueden encontrar en la devaluada Clínica-Hospital, otrora orgullo de los trabajadores de la educación.
Los maestros van a respetar hasta el 8 de junio la petición del presidente para cambiar al líder después de las elecciones. ¡La cuenta regresiva, ya empezó!