Solito se ahorcó”

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Por Salvador Hernández LANDEROS.

“El que esté libre de pecado, que tire la primera piedra”.

Viene esto al caso, por el lío que se armó por un video de Samuel García y su
esposa Mariana, el cual se filtró a través de las redes sociales.

En el video, se ve que Samuel pide en forma agresiva a su esposa “que no
enseñe tanta pierna, porque era de él y por eso se casó con ella”.

Qué pretendió el imberbe senador con esa actitud machista a todas luces. ¿Qué
fue por celos? ¿Por cuidar la imagen de él y de su esposa?
Pregunta. Quién en su vida no ha pedido, sugerido u ordenado a su pareja,
novia o esposa, que le baje un poco, que no enseñe de más. Falda o escote.

El machismo es ancestral en México. No se ha podido erradicar en la cultura
mexicana. La educación y los ejemplos familiares forman parte.

Musicalmente, por décadas se ha escuchado una masoquista melodía que dice:
“Miénteme, pégame, mátame si quieres, pero no me dejes nunca jamás”.

Y últimamente, eso que ensalza el cuerpo y que endulza el oído femenil: “Este
cuco es mío, mío, mío, mío, este cuco es mío, mío nada más”
Dicen que en el pedir está el dar. Que se saca más con miel que con hiel. Y
que la diplomacia es una solución pacífica en las controversias.

Sin embargo, se ve en el video, que Samuel no recurrió a ninguna de esas
formas. Se lo imaginan con todo el poder de un gobernador.

Pero como dice Santiago Candanosa. Su fortaleza fue su debilidad. Las redes
sociales lo impulsaron y, éstas mismas, lo desplomaron.

Como quien dice, solito se ahorcó.
chavalolanderos@yahoo.com.mx