Por Salvador Hernández LANDEROS.
Eso de que “con nueva sede, los diputados bailan”, nada tiene que ver con el dicho “With Money Dance the Dog”. Para qué involucrar a las mascotas.
Pero eso sí, tiene mucho que ver con la forma en que Samuel García insistió al Congreso para que le apruebe la reforma integral a la Constitución de NL.
La actitud del gobernador se vio muy corrupta al insistir la aprobación de su reforma y ofrecer trabajar en equipo y un nuevo recinto legislativo.
¿Qué sabe Samuel García del comportamiento personal de los diputados locales? ¿Qué le dijeron sus asesores para que hiciera ese ofrecimiento?.
De acuerdo a anteriores publicaciones, el enlace de “El Bronco” con los diputados de la anterior legislatura, era el tesorero estatal Carlos Garza Ibarra.
“El Bronco” no tuvo problemas con los legisladores y hasta le dieron para atrás a demandas y ni siquiera apoyaron al Senador Samuel para desaforarlo.
En una parte de su discurso el gobernador dijo textualmente: “Vienen realmente muchos proyectos encaminados a la visión de un nuevo Nuevo León, con una nueva Constitución ¿y por qué no?, le digo al presidente (del Congreso, el panista Mauro Guerra), con un nuevo recinto legislativo”.
La verdad no peca, pero incomoda. En tiempos de sequía económica y en vísperas de Navidad y aguinaldos, ¿A quién le cae mal una piñata con dulces?.
¿En verdad habrá recursos para construir un nuevo recinto legislativo? Para la labor que hacen, los diputados tienen con un aula móvil en la macro plaza.
Si se aprueba la reforma a la Constitución, sabremos cuántos dulces darán en su piñata a los diputados, pero no serán vehículos de lujo como en el TSJ. Conste.
